Fabio Cavallari recicla historias en Residencia Caníbal.
By Fundacion Divulgar In Noticias, Residencias On 30 mayo, 2018
Durante su trabajo en Residencia Caníbal, Cavallari se interesó por ver la economía sensible y casi invisible de personas que trabajan en las calles de Barranquilla. Con el cuidado de no alterar, colonizar y mucho menos exotizar el trabajo y vida de las mismas, elabora una serie de videos donde reivindica prácticas del uso y desuso en el espectro social, económico y medio ambiental de la ciudad. En algunos momentos opera como espía grabando conversaciones en el mercado público, en otros momentos, decide improvisar entrevistas muy naturales. Finalmente le interesa mostrar las formas de vida y las ideologías populares individuales y colectivas que hacen que se mantengan y funcionen en el tiempo.
Por ejemplo, en el siguiente video denominado «Traki, Traki», que es como se le llama popularmente a un pequeño y plano pedazo de pólvora que al ser rasgado estalla generando luces de un lado a otro hasta acabarse; el artista sale a la calle un 7 de diciembre (día de las velitas) se encuentra con un reciclador que va equipado con su «carrito», música y luces; y decide acompañarlo en su recorrido habitual de trabajo. Durante este recorrido entablan diálogos sobre su trabajo, la ciudad, la familia, el medio ambiente. Un diálogo que deja ver la importancia de pensar la ciudad desde otras voces
Fabio Cavallari, Brescia, 1992. Artistas visual. Se formó como didacta del Arte para Museos en la Academia de Bellas Artes de Santa Giulia en Brescia. Estudiado en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca con el programa Erasmus. Actualmente se encuentra desarrollando el máster de Artes Visuales en la Universidad IUAV de Venezia. Desarrolla proyectos exploratorios donde investiga las economías silenciosas, vulnerables y reinvicativas de algunas sociedades latinoaméricanas.
+ información del artista en: http://fabiocavallari.art/
En el arte el video es un medio que soporta todo, pero me gusta cuando éste se siente desbordado por el tiempo real. Creo eso pasa cuando no vas tras un guión y grabas por horas. No pensar en la edición es priviligiar la historia sobre esa ventana audiovisual. Al principio me causó algo de frustración, luego entendí esa condición y fuerza estética de mi trabajo.
