Tejiendo Calle
By Fundacion Divulgar In Noticias On 11 abril, 2017
Uno de los insumos más grandes del arte son los sentidos, cuando un artista tiene la posibilidad de ver, escuchar, oler, probar o simplemente sentir lo que vive a su alrededor, allí de inmediato nace una oportunidad para crear; sin embargo, existe un grandísimo reto para quien crea y es lograr transformar situaciones comunes en extraordinarias, sacándolas de la cotidianidad, pero que a la vez genere cuestionamientos en los espectadores. Esa es una de las premisas de la artista cartagenera Ruby Rumié, quien cuenta con más de 20 años de carrera combinando lenguajes como la pintura y la fotografía.
Su más reciente trabajo titulado ‘Tejiendo Calle’, en NH Galería, es una exposición fotográfica que reunió a 50 mujeres afrodescendientes, quienes además tienen en común ser vendedoras ambulantes del Centro Histórico de Cartagena; cuyas edades superan los 70 años. Esta historia se empieza a tejer el día que Rumié se encuentra con Dominga Torres, una vendedora ambulante de pescado, allí surge un momento casual que le da la oportunidad de observar en ella como el paso del tiempo relega la ancianidad hacia el olvido y como la sociedad en ese mismo orden designa etiquetas a las personas.
En la primera etapa de este trabajo, que duró aproximadamente dos años, Ruby Rumié se dedicó a encontrar a otras mujeres como su inspiración: Dominga, mostrando a través de la fotografía una belleza casi imperceptible a simple vista o que a causa de las postales turísticas nos hemos acostumbrado a ver como parte del paisaje de esta ciudad.
“Trabajo temas muy complejos, hay que tocarlos con pinzas de cirujano, con mucha delicadeza, como si fuera caminando en un campo minado o como si tejiera una filigrana”, argumenta Ruby, quien no tiene miedo de plasmar en su arte temáticas con rótulo sensible para una sociedad que se resiste a admitir que mantiene vivas las prácticas racistas, o con obras anteriores como “Hálito Divino” sobre la violencia de género, presentada en París; y “Lugar Común” que toca el tema del clasismo.
Aunque su mirada como artista en todo momento mantuviera el respeto por la persona que posa bajo su lente y asimismo su dignidad, Ruby, admite que estos trabajos siempre están sujetos a todo tipo de críticas, entre positivas y negativas, tal y como ella lo describe: “uno siempre tiene la posibilidad de ver el vaso medio lleno o medio vacío, depende de lo que cada quien quiera ver, pues hay gente que probablemente distorsione lo que yo quiero mostrar. Cuando se termina un proyecto y se entrega, ya a ti no te pertenece ni te corresponde pedir la palabra para defenderlo, porque el proyecto debe tener su propia voz y tiene que defenderse así mismo”.
Con este trabajo, Rumié demuestra que no solo bastan la sensibilidad y habilidad para ser artista, es importante desarrollar toda una serie de esfuerzos que, en el caso de Tejiendo Calle, se tradujeron en intentos casi infructuosos por darle vida al proyecto, como mover su estudio con equipos fotográficos a la Isla Tierra Bomba a unos kilómetros de Cartagena, conseguir que todas las mujeres completaran unas características físicas, sumado al hecho de acceder a personas que están lejos de la instantaneidad que ofrecen los medios virtuales, y que además, viven por fuera de Cartagena, pues en su mayoría residen en municipios aledaños a la ciudad, parecía un completo desafío.
Con una ceremonia de lavado de pies, Ruby rindió un homenaje a todos esos años de trabajo que han vivido las mujeres que fueron su inspiración, pues vio en el desgaste de sus pies, con cayos y cicatrices muchas historias por contar, guardadas bajo la piel arrugada y algo llena de arena por caminar calles sin pavimento. Las reunió junto a mujeres jóvenes en una casa del Centro, curiosamente ubicada en la Calle Las Damas, generando un momento sublime y poético entre manos jóvenes y pies ancianos, del que también se produjo un vídeo como testimonio moderno de esta ceremonia.
El resultado de este trabajo vio su nacimiento con la inauguración de la exposición el 1 de noviembre de 2016, que está compuesta por fotografías, un vídeo, un afiche y un corpus. Tejiendo Calle nos propone hacer una pausa en nuestros recorridos diarios, hacia el trabajo, nuestras casas o en paseos turísticos y fijar la mirada en personas que le dan vida a las urbes, dejar de pensar en personajes que complementan un paisaje, pues hemos normalizado nuestra cotidianidad sin darle el valor que merece, dejando que sea espectacularizada para fines comerciales.
Ruby Rumié
Por: Laura Romero / @rosacaribe
Comunicaciones Fundación Divulgar
«Las mujeres en estas fotografías, posan con la espalda erguida, vestidas de blanco, con rostro serio y hasta un poco inexpresivo, pero de mirada fija hacia el espectador, algo que “constituye una actitud retadora y de mucha dignidad, es un acto de empoderamiento”: Ruby Rumié
Dominga
Brígida.
Elena.
Rosalina.
El proyecto se exhibirá próximamente en New York, en NH Galería entre abril y junio.