El pasado martes 19 de julio a partir de las 6:00 p.m. el Museo de Arte Moderno de Bogotá inauguró su exposición «Todos somos Voyeristas», conformada por vídeos e instalaciones que reflexionan sobre el arte de mirar. Muriel Angulo, José Alejandro Restrepo, David Lozano y Gustavo Villa conforman la muestra que estará exhibida al público hasta el mes de agosto.El día miércoles 3 de agosto a las 4:00 p.m. se realizará una visita guiada.

«Para Pablo» (Video, 2006), es la pieza de la artista Muriel Angulo como resultado de una narrativa autobiográfica. El nacimiento de su nieto provocó una serie de reflexiones y generó muchas preguntas. La artista expresa que algunas de éstas eran aparentemente simples: ¿Cómo sería?, ¿A quién se parecería?, ¿Cuál sería su nombre?; pero otras dudas le inquietaban: ¿Cómo darle amor a su nieto en un momento tan convulsionado?, ¿Cómo hacerlo en un país como Colombia tan carente de espacios afectivos? Se preguntaba entonces cuál sería la mejor manera de rehacer esos espacios amorosos, cuál sería su papel de abuela si era que lo tenía, y de qué manera podía intentarlo.

La artista sabe por experiencia propia que la celebración de la vida pasa por el rito cotidiano del amor, en el momento de alimentar, cuidar su sueño y calmar su llanto. De manera que éstas serían las primeras formas de amar a su nieto. Deseaba darle un regalo a Pablo, algo que tuviese que ver con toda la celebración de la vida y el nacimiento, con los rituales de alimentar a un bebé. Éste era el punto de partida y era una manera de dar afecto. De todos esos ritos el que le gusta desde el corazón es la canción de cuna.

El momento del nacimiento coincide con uno de los inviernos torrenciales de la ciudad de Barranquilla, un aguacero que dura cuatro horas, un hecho insólito y de dimensiones surrealistas. El agua rebasa las calles y se mete en las casas. Durante el invierno, las calles de esta ciudad se convierten en ríos urbanos. Se desbordan caños, arroyos y quebradas porque sus cauces, humedales y rondas de protección son invadidos y obstruidos. Desde la ventana de la habitación destinada a Pablo, ubicada en el piso 10 de un edificio, se siente la furia del arroyo que estremece los árboles y revuelca los carros hasta que desaparecen debajo de las aguas.

Muriel Angulo al observar el alucinante espectáculo ve cómo el universo cotidiano se convierte en un espacio mítico, más cercano a las leyendas que a la vida real. “Busqué mi cámara y en medio del asombro me dispuse a grabar lo que veía. Los arroyos de Barranquilla tienen una larga historia, las aguas crecen hasta llegar a los dos metros de altura y su furia arrasa con todo a su paso. Convivimos con ello desde hace más de 100 años, sin que se hayan presentado soluciones concretas al problema que los origina. Al verlo, reviví en mi imaginario los mitos de la inundación, esta vez recreados por los humanos. De una manera inconsciente había grabado estas imágenes inmediatamente después del material registrado para Pablo y cuando lo revisé de nuevo me di cuenta que las canciones de cuna habían encontrado su propio contexto, pues la inundación sucedía en ese momento. Era real y allí muy cerca estaba Pablo,» manifiesta la artista.

Muriel Angulo conecta los hechos y piensa en la relación conceptual de las dos palabras de su proyecto: arrullo y arroyo. Así, comienza a trabajar el sonido a modo de contrapunto, como elemento independiente de la imagen. Callar el arroyo para escuchar el arrullo era exactamente lo que estaba buscando. El arrullo se convertía en algo muy íntimo, un simbolismo muy fuerte que le da sentido al proyecto. Esas canciones cortas le habían ayudado a dormir a sus hijos eran protecciones tempranas que el amor se inventa.

«Para Pablo», se presentó por primera vez en 2006 en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, posteriormente en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla y el Museo de Arte Moderno de Cartagena. Hace parte de la colección de los tres museos.

Muriel Angulo / Artista visual y activista. Estudió Periodismo en Bogotá y se formó como artista en países como Colombia, New York y México. La artista reflexiona sobre las relaciones de poder que activan los aparatos políticos de control y su injerencia en la vida cotidiana. Su trabajo aborda problemáticas sobre la identidad, el territorio, el sexo, la religión, los medios de comunicación, el capitalismo y activismo. Las micropolíticas se convierten en el eje central de mis proyectos e investigaciones y en la manera oculta y cotidiana de subvertir la norma y hablar de lo que no se habla: acciones de resistencia y materia prima de mi obra.

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